Serramanna es un encantador pueblo rural que se encuentra estratégicamente ubicado cerca del punto de unión de las cuencas de Flumini Mannu y Rio Leni. Esta posición privilegiada, junto con el desarrollo de la agricultura y diversas industrias gracias a las obras realizadas en la década de 1900, ha convertido a esta localidad en un destino próspero y diversificado.
Uno de los puntos emblemáticos de Serramanna es la iglesia de S. Leonardo, un edificio que combina elementos arquitectónicos gótico-catalanes, aragoneses y barroco tardío. Construida en dos etapas distintas, esta iglesia es una muestra fascinante de la evolución artística a lo largo de los siglos. Su estructura incluye una nave longitudinal, un campanario del siglo XV-XVI y una cúpula junto al ábside del XVII-XVIII.
Los primeros vestigios humanos en la zona se remontan a épocas antiguas, como lo demuestra el descubrimiento del asentamiento de Cuccuru Ambudu. Estos hallazgos arqueológicos permiten situar la presencia humana en Serramanna entre las eras de la Cultura de Ozieri y la Cultura de Monte Claro.
Entre los tesoros históricos más destacados se encuentra el menhir Perda Fitta, una imponente roca de granito que representa a la Diosa Madre y que se erige majestuosamente en su área homónima, añadiendo un toque místico al paisaje local.