Villasor es un encantador pueblo agrícola en la provincia del sur de Cerdeña, con una rica historia que se remonta a la civilización nurágica.
Desde tiempos antiguos, este lugar ha sido testigo de cultivos de cereales, con evidencias que datan incluso del período púnico.
La actividad agrícola floreció durante la época romana, dejando tras de sí vestigios como una necrópolis, restos de un puente en Ponti Perda y un pequeño asentamiento cerca de la fuente termal de s’Acqua Cotta.
En la era bizantina, Villasor se transformó en un centro importante. Un ejemplo es la iglesia de Santa Maria di Gippi, cuyos fragmentos aún se conservan en el Museo Arqueológico Nacional de Cagliari.
En el corazón del pueblo se encuentra la pintoresca iglesia de S. Biagio, que data del gótico tardío y conserva su encanto original junto al campanario y las capillas laterales.
Caminando por via Castello, descubrirás un modesto edificio fortificado construido después de 1415. Este lugar combina funciones defensivas y residenciales, manteniendo elementos arquitectónicos como almenas y ventanas decoradas con sobriedad.